Graham Shema, el niño prodigio de la Aeronáutica

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Graham Shema tenía tan solo 3 años de edad, cuando un helicóptero de la policía, que iba muy bajo, voló el techo de casa de su abuela en las afueras de la capital ugandesa, Kampala. Este accidente despertó en él una fascinación por el funcionamiento de los aviones. A su corta edad, era ya un amante de las matemáticas y ciencias complejas para niños mayores.

Tan solo 3 años después de aquel accidente ingresó a una academia de aviación local y comenzó a recibir clases en casa sobre las piezas de los aviones y el vocabulario de aviación. En un video, su instructor le pide explicar cómo funcionan los motores de un Bombardier CRJ900 y Graham responde sin hesitar, de manera acertada.

Cinco meses después de su ingreso a la academia, Shema ya hacía prácticas de vuelo como copiloto en un Cessna 172; y aunque la pandemia no le permite continuarlas, él sigue estudiando la teoría y aprendiendo sobre exploración espacial gracias a gafas de realidad virtual.

LA EDUCACIÓN AEROESPACIAL

Es de destacar el caso de Graham Shema pues merece reconocimiento no solo a él sino a la academia, que le ha dado la oportunidad de obtener las bases que proporciona una educación desde temprana edad, incentivando su curiosidad por aprender y lograr ese impulso para cumplir sus sueños.

Recordemos que la necesidad de la capacitación y educación aeronáutica nació prácticamente al mismo tiempo que la aviación misma, y para cada país esta evolución tuvo diferente velocidad para satisfacer las necesidades particulares.

Después de que en 1903, los hermanos Wright realizara existosamente el primer vuelo tripulado, en 1909 brindaron un entrenamiento de tan solo 3 horas a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que les había comprado un aeronave. En ese mismo año, la Graduate School of Aerospace and Mechanical Engineering en París, fue la primera institución en ofrecer la Carrera de Ingeniería en Aeronáutica, y a partir de esa fecha se crearon diversas sociedades a apoyar la naciente carrera, en pro de la educación e investigación aeronáutica.

La educación es una parte muy importante en la preparación del talento. En México contamos con diversas instituciones académicas, algunas de ellas especializadas en el sector, comprometidas para preparar a ingenieros y técnicos que el sector requiere actualmente. Se requiere conjuntar los esfuerzos de los gobiernos, las instituciones y las empresas, para que los estudiantes se gradúen con la capacitiación esperada, que reciban conocimientos técnicos y hagan prácticas en las empresas.

FUENTE: LA VANGUARDIA

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